El dilema humano by David Benatar

autor:David Benatar [Benatar, David]
La lengua: spa
Format: epub
Tags: Ensayo, Filosofía
editor: ePubLibre
publicado: 2017-01-01T00:00:00+00:00

¿Cómo de malas son las distintas muertes?

Aquellos que aceptan que la muerte es mala discrepan en cuanto a lo mala que es en diferentes circunstancias. Por ejemplo, si uno piensa que el postulado de la privación explica exhaustivamente la maldad de la muerte, se tiende a pensar que cuanto más joven se es al morir, peor es la muerte. Esto se debe a que, en igualdad de condiciones, cuanto antes muere uno, de más cosas buenas futuras le priva la muerte. No todo es igual cuando el propio futuro se queda sin suficientes cosas buenas en una etapa anterior de la vida, en cuyo caso una muerte prematura sería menos mala (o nada mala). Sin embargo, en la mayoría de los casos, es peor morirse cuando uno es joven que cuando es viejo.

Esto parece coincidir con la opinión generalizada de que las muertes «prematuras» —⁠las muertes de los jóvenes⁠— son especialmente trágicas. A menos en cierta medida, esto parece plausible. Sin embargo, el postulado de la privación como explicación exhaustiva de la maldad de la muerte supone que el peor momento para morir es inmediatamente después de empezar a vivir. Así pues, es peor morirse nada más nacer que cuando se tienen diez o veinte años, por ejemplo.

Algunos están dispuestos a aceptar este supuesto. Sin embargo, cuando se estudia en detalle, resulta inverosímil. Como dije antes, el momento en el que uno empieza a existir depende de la idea que se tenga sobre qué es empezar a existir. Si uno cree que se empieza a existir, en un sentido relevante, en la fecundación, entonces el peor momento para morir según el postulado de la privación (no aumentado) es inmediatamente después de la fecundación. Morir entonces sería mucho peor que morir a los veinte años, lo que resulta difícil de creer.

Es más verosímil pensar que la existencia comienza en un sentido relevante cuando empieza a ser sensible (que es al final de la gestación[45]). Sin embargo, al combinar esa opinión con el postulado de la privación no aumentado se llega a la conclusión de que la muerte en la infancia es peor que la muerte a los veinte años. Esto es solo algo menos inverosímil que la afirmación de que la muerte inmediatamente después de la fecundación es peor que la muerte a los veinte años.

Conclusiones de este tipo han llevado a Jeff McMahan a pensar que el postulado de la privación necesita complementarse (y no sustituirse) con lo que él denomina el «postulado del interés según el momento» de lo malo de la muerte[46]. Según este postulado, lo malo de la muerte debe «basarse en el efecto que la muerte tiene en la víctima tal como está en el momento de la muerte, en lugar del efecto que tiene sobre el conjunto de su vida»[47]. Dicho de otra forma, no debemos comparar todo lo bueno que habría habido en una vida que terminó en la infancia con todo lo bueno que habría habido en una vida si se hubiera terminado a los veinte años.

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